Sistema B, como realmente deberían ser las cosas.
Cuando piensas en la «empresa ideal»
El Sistema B nació en los Estados Unidos en 2007 de la mano de B Lab y ya logró expandirse por Chile, Argentina, Brasil y Colombia. B Lab es quien se encarga de certificar a las empresas en el Sistema B a nivel global. En todo el mundo hay más de 1000 empresas certificadas, de las cuales, más del 10% se encuentran en América del Sur.
Siendo Chile el país liderando la tabla con 169 empresas B a nivel mundial a la fecha de la publicación de este articulo.
¿Pero que son exactamente las Empresas B?

En América Latina, y en el resto del mundo, son miles de personas que se reconocen como parte de un movimiento donde el encuentro surge cuando nos damos cuenta que compartimos la misma búsqueda: una nueva “genética” económica que permita que los valores y la ética inspiren soluciones colectivas sin olvidar necesidades particulares.
Este movimiento no es guiado por ninguna ideología o persona en particular. Es motivado por miles de personas que quieren trabajar por un mundo mejor y no solo por un salario.
Nuestra propuesta no se limita al trabajo de los equipos ejecutivos, sino que apunta a una economía que nos incluya a todos y que pueda crear valor integral para el Mundo y la Tierra, promoviendo formas de organización económica que puedan ser medidos desde el bienestar de las personas, las sociedades y la Tierra, de forma simultánea y con consideraciones de corto y largo plazo.
Porque este tipo de iniciativa no es un estándar de por sí?
En pleno siglo veintiuno como dirían algunos, todavía estamos algo descuidados con todas las consecuencias que traen muchas de las principales áreas «productivas» del país.
Así como la contaminación de las tierras y costas de Los Vilos debido a ciertas actividades mineras de la zona, o los masivos cultivos de paltos que tienen drenadas las tierras desde Petorca, pasando por La Calera
Entre otros cientos si no miles de casos en que las empresas ganan a costa del entorno en el que operan, pregunten por el sur…
Es vital que cada empresa o ente que vea una oportunidad laboral y económica también vea la responsabilidad tanto ambiental como social. Dando por sentando obviamente que también se están preocupando de sus trabajadores y colaboradores internos, lo que ha sido demostrado en los países nórdicos de incrementar el rendimiento y calidad del tiempo invertido por los empleados. No así en la Picola Italia ni otros cientos si no miles de puestos de trabajo, y esto todos lo hemos visto o vivido en algún momento o cargo. Así no funcionan las cosas.
Esta es la opinión desde nuestro prisma periodístico, siempre en pro de una mejora social y priorizando el bienestar al lucro.
Pues al parecer las Empresas B van por este mismo camino y puedes leerlo de las palabras de su representante en Chile.
“Las Empresas B están buscando resolver problemas sociales y ambientales con modelos de negocios que sean también rentables, y no como algo aparte o ajeno a la actividad propia de la empresa. Y ése es el cambio de visión que ojalá sea cada vez más masivo, donde podamos redefinir el sentido del éxito desde la empresa, valorando no solamente las utilidades. Hoy día hay muchos emprendedores sociales y muchas empresas más tradicionales, que se están dando cuenta que el mercado y la economía son una herramienta muy potente para hacer cambios sociales y para resolver los problemas que enfrentamos como humanidad. Y hay muchos ejemplos concretos de personas y empresas que están haciendo estos cambios y ojalá sean cada vez más”
Alfredo Zepeda, Director Ejecutivo de Sistema B Chile.